Los primeros automóviles (1830) surgieron con motor eléctrico, pero no fueron comercializados hasta finales del siglo IXX, cuando se inventó la batería recargable. En ese entonces, ya estaban las dos tecnologías en el mercado, sin embargo los usuarios preferían los coches eléctricos, porque los de gasolina emitían mucho humo y "apestaban". Todo cambió cuando Henry Ford inventó y comenzó a producir en serie el motor de combustión interna. Los autos de gasolina se hicieron mucho más baratos y populares; los automovilistas olvidaron las molestias del humo y se acostumbraron al fuerte olor a gasolina; poco a poco los coches eléctricos fueron saliendo del mercado, hasta que en la década de 1940, desaparecieron totalmente.
En la década de 1990 hicieron su reaparición en las concesionarias, después de casi ochenta años, los vehículos híbridos, más que por estrategias de mercadeo, respondiendo a la crisis del petróleo y a la creciente presión de los igualmente crecientes grupos ecologistas, autos que al principio eran muy caros, pero en la actualidad, las marcas convencionales han producido modelos más populares; esta transición augura buenos vientos para el medio ambiente y para nuestros pobres pulmones saturados de plomo.
La reaparición en el mercado de los autos eléctricos (como fueron originalmente concebidos los autos), pondrá fin a más de cien años de contaminación ambiental sistemática, esencialmente provocada para favorecer al mercado petrolero.
EL HOMBRE QUE CONVIRTIÓ EL AGUA EN COMBUSTIBLE.
La presentación iniciaba cuando el extremeño Arturo Estévez Varela, tomaba agua directamente del galón plástico, luego vaciaba el resto en el motor modificado por él mismo, enseguida añadía un compuesto secreto y el motor echaba a andar como por milagro; ahora sabemos que aquel motor, era en realidad el primer motor de hidrógeno y que el compuesto secreto que agregaba al agua, iniciaba una reacción química que separaba gradualmente el hidrógeno del agua. Varela realizó presentaciones por todo el país, incluso realizó un paseo por las calles de Madrid con una motoneta usando agua como combustible, todo fue muy bien documentado, porque la prensa cubría con avidez sus presentaciones. Sin embargo, ese ambiente de circo fue su talón de Aquiles, pues al presentársele el proyecto al gobierno español para que lo revisara, el mismísimo Gral. Franco lo censuró con la frase: "ya se ha hecho bastante el ridículo"; el proyecto fue olvidado y Estévez se llevó la identidad de su ingrediente secreto a la tumba.
NIKOLA TESLA, EL MÁS GRANDE ENTRE LOS GENIOS DESCONOCIDOS.
En 1884, este serbio de nacimiento llegó a Nueva York para colaborar en la empresa General Electric, del ya veterano Thomas Edison, donde mejoró el sistema de corriente continua con nuevos dispositivos inventados por él (pero cuyas patentes se pusieron a nombre de Edison); sin embargo Tesla tenía algo más grande guardado, ya había experimentado muchas veces con la corriente alterna, y estaba seguro de su aplicabilidad. Debido a inconvenientes monetarios con la compañía de Edison, Tesla decide llevarse su invento a la "tienda del frente", la compañía Westinghouse, competidora directa de GE, las dos empresas terminaron compartiendo los derechos de implementación de la nueva tecnología, todo esto debido a la tremenda presión financiera de la General Electric. A pesar de que Tesla tuvo muchas facilidades para desarrollar su trabajo, nunca fue un hombre rico y esas presiones financieras fueron fantasmas que lo acosaron hasta el día de su muerte.
Tesla utilizaba en su laboratorio bombillas de neón, 40 años antes de que fueran "inventadas" oficialmente; fue precursor de los rayos X y toda la gama de radiaciones ionizantes de aplicación actual en la medicina; inventó la radio diez años antes que Marconi, pero éste le gano la patente por no contar con recursos; una de las pocas patentes que logró registrar es la del control remoto o mando a distancia; construyó un motor eléctrico autosuficiente, desgraciadamente, otra vez la presión monetaria, esta vez de los monstruos petroleros, terminaron por enterrar su invento; Tesla también anticipó los principios de la robótica y experimentó con el rayo laser.
Desarrolló un generador llamado luego, "bobina de Tesla", el cual es capaz de dirigir rayos de energía concentrada muy poderosa a través del aire, pero que sin embargo atraviesan el cuerpo de un hombre sin hacerle daño.
En 1915, el millonario estadounidense J.P. Morgan, decidió apoyar al inventor en su más ambicioso proyecto, producir energía eléctrica limpia, sin costo y distribuirla sin alambres, Tesla recibió 150.000 dólares, e inmediatamente empezó la construcción de una torre, que tomaría la energía de los campos magnéticos de la tierra y la distribuiría sin ayuda de tendidos eléctricos; sin embargo, al repartir la electricidad de esta manera, no hay forma de registrar el consumo de energía individual, aquel sistema tendría que ser forzosamente gratuito, los inversionistas preocupados de no poder recuperar su dinero si seguían invirtiendo, retiraron su apoyo, y la torre lista en un 95%, fue demolida en 1917.
El 7 de enero de 1943 falleció, sin haber conseguido ver al mundo usando energía limpia, ilimitada, gratuita y sin cables, ¿porqué una tecnología tan extraordinaria, se dejó perder sin darle un uso práctico?; pues no se perdió, la usan los militares estadounidenses en sus secretas naves de repulsión magnética, pero pasará algún tiempo antes que veamos esa tecnología en nuestros hogares, tal como Tesla lo soñó.
EL DR. ROYAL RIFE Y LA MÁQUINA QUE LO CURA TODO.
En 1934, en presencia de peritos de la Universidad de California, este genial doctor logró el milagro de curar a 16 personas desahuciadas, aquejadas de cáncer terminal. Según los pacientes del Dr. Rife, éste era capaz de curar cualquier clase de enfermedad usando sólo su "máquina de corriente".
Rife explicaba que todo ser viviente es básicamente un campo de energía, y como tal, puede ser influenciado y dirigido por ondas electromagnéticas, pudiendo influenciar también los campos magnéticos de células virales o bacterianas. “Con el tratamiento de frecuencias, ningún tejido es dañado, no se siente dolor, no se oye sonido alguno, y no se siente nada. Un tubo luminoso se enciende y tres minutos después el tratamiento está terminado”, afirmaba en sus entrevistas. Rife trató de compartir su invento con el mundo, pero empezó a ser sistemáticamente perseguido y acosado; declarado enemigo número uno de las empresas farmacéuticas, fue expulsado de la fundación internacional contra el cáncer, acusado de fraude por sus propios colegas, murió pobre, alcohólico y desprestigiado en 1971.
Sin embargo la máquina aún está secretamente disponible para cualquiera que tenga los millones para usarla, y su tecnología se usa en investigaciones militares para el control de la mente.
AGUA DE MAR, DESALINIZADA A BAJO COSTO.

Alberto Vasquez Figueroa sin embargo, ha tenido mejor suerte que los demás inventores de nuestro artículo, le va mejor como escritor que como inventor, aún está vivo y lo puedes visitar en su website http://www.vazquezfigueroa.es/
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Nikola Tesla, el hombre que iluminó al mundo
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